πŸŽ„Especial Navidad πŸŽ„

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¡Hola a todos! ¡Feliz Navidad! 




Espero que hayΓ‘is visto el especial Nochebuena que ayer publicΓ³ Rachel. Hoy me toca a mΓ­, asΓ­ que os voy a dejar aquΓ­ una especie de Γ­ndice, para que sepΓ‘is lo que vΓ‘is a ver en esta entrada: 

  1. Top 5 canciones navideΓ±as que no podΓ©is dejar pasar.
  2. Top 3 pelΓ­culas navideΓ±as que debΓ©is ver.
  3. Top 5 regalos que voy a pedir a los Reyes Magos.
  4. Cuento sobre la Navidad.
1) TOP 5 CANCIONES NAVIDEÑAS QUE NO PODÉIS DEJAR PASAR

  1. Sleigh ride -----⊳One Voice Children's Choir 
  2. Carol of the bells -----⊳Pentatonix
  3. Winter Wonderland -----⊳One Voice Children's Choir 
  4. The more you give, the more you'll have -----⊳One Voice Children's Choir
  5. Believe -----⊳Peter Hollens

2) TOP 3 PELÍCULAS NAVIDEΓ‘AS QUE DEBΓ‰IS VER

  1. Un prΓ­ncipe de Navidad
  2. Solo en casa
  3. Se armΓ³ el belΓ©n (2017)
3) TOP 5 REGALOS QUE VOY A PEDIR A LOS REYES MAGOS

1- Lo primero que me gustarΓ­a pedir es un Skate Penny, que es un tipo de monopatΓ­n de plΓ‘stico duro, y es mΓ‘s para principiantes (y yo soy principiante)




2- Una batidora de varillas, porque me encanta cocinar postres, pero no tengo batidora, asΓ­ que lo suelo hacer en un robot de cocina, aunque no es lo mismo.






3- El MiBand 5, que es una pulsera de actividad que te cuenta los pasos y tal. Hace dos aΓ±os tuve el 3, pero dejΓ³ de funcionarme, asΓ­ que he decidido pedirme uno nuevo que Xiaomi ha sacado este aΓ±o, o sea el 5.





4- Unos pantalones del H&M y unas convers blancas.





5- Una cΓ‘mara de fotos de las buenas, porque me encanta la fotografΓ­a, y creo que se me da muy bien, aunque no creo que me la traigan por que las que yo quiero estΓ‘n valoradas en unos 1000 euros.




4) CUENTO SOBRE LA NAVIDAD: Es un cuento navideΓ±o que me he inventado yo, y espero que os guste:

A todos nos gusta la Navidad, de hecho, para muchos es la mejor Γ©poca del

aΓ±o, pues hay vacaciones, nieve, regalos, y lo mΓ‘s importante, tiempo para pasar en familia. Os voy a contar una historia, una historia muy bonita, que evidentemente pasΓ³ en Navidad.

Nuestro personaje principal es Charlotte, una niΓ±a muy guapa de 9 aΓ±os. TenΓ­a el pelo rubio y unos ojos azul grisΓ‘ceo preciosos, heredados de su madre, Kathryn. William era el hermano pequeΓ±o de Charlotte, tenΓ­a 4 aΓ±os, y ambos se llevaban muy bien. Kathryn habΓ­a muerto hace unos aΓ±os, y desde entonces, Dave, su marido, estaba siempre triste y apenas atendΓ­a a sus hijos. 

Se acercaba la Navidad, la Γ©poca que Dave mΓ‘s odiaba, ya que la noche del 24 al 25 de diciembre, donde conmemoramos el nacimiento de JesΓΊs, Kathryn habΓ­a muerto. 

Era 18 de este mismo mes. Charlotte volviΓ³ del cole ella sola, porque a pesar de ser muy pequeΓ±a era muy atrevida, y ademΓ‘s vivΓ­an casi al lado del colegio. En cuanto llegΓ³, le dio un beso a William, que estaba jugando con sus cochecitos y muΓ±ecos. DespuΓ©s se dirigiΓ³ al salΓ³n, donde estaba su padre y le comentΓ³ que tenΓ­an que comprar un disfraz de la Virgen MarΓ­a, ya que le habΓ­a tocado representarla en una obra del colegio. 

Dave se enfureciΓ³, llevaba dΓ­as oyendo hablar a Charlotte y a sus amigas de la Navidad. Cuando iba al mercado, veΓ­a a todo el mundo comprar cosas para la cena de aquel dΓ­a que todos esperaban, y si un dΓ­a querΓ­a ver la televisiΓ³n siempre salΓ­an recomendadas pelΓ­culas de PapΓ‘ Noel, renos, regalos, Γ‘ngeles, nieve... ¡y ya no lo podΓ­a soportar! Rojo de ira, Dave se levantΓ³ y dijo: "¿Tanto os gusta la Navidad? ¿Os parece lo mΓ‘s importante? ¡Estoy harto de que dΓ³nde quiera que vaya siempre sea este el tema de conversaciΓ³n! ¡No me pienso gastar ni un cΓ©ntimo en estas tonterΓ­as americanas!"-. 

Charlotte no podΓ­a creer lo que estaba oyendo, ¿quΓ© habΓ­a hecho ella? Muy triste se dirigiΓ³ a su habitaciΓ³n, y airadamente cerrΓ³ la puerta de un portazo. Se tumbΓ³ en la cama derramando abundantes lΓ‘grimas y se puso a pensar: ya no hablarΓ­a mΓ‘s a su padre, ella tambiΓ©n echaba de menos a su mamΓ‘, pero ese no era el motivo para gritar y estar enojada todo el dΓ­a, ¿verdad? 

Al dΓ­a siguiente era sΓ‘bado, ¡quΓ© alivio!. AsΓ­ no tendrΓ­a que pasar todo el dΓ­a en el colegio y podrΓ­a dedicarse a jugar con su hermano. Se abrigaron bien y salieron a la calle. HabΓ­a nevado, William y ella empezaron a hacer una guerra de bolas de nieve y despuΓ©s hicieron un muΓ±eco al que llamaron Valero. Y ¿a que no sabΓ©is quien es? Pues sΓ­, efectivamente Valero soy yo. Ya, ya lo sΓ©, los muΓ±ecos de nieve no pueden hablar... pero eso es en verano, en Navidad existe la magia, y la nieve cobra vida, aunque supongo que eso ya lo sabΓ­ais, ¿no? Bueno, continuarΓ© con la historia. Ese dΓ­a por la noche, Charlotte se sentΓ­a feliz: habΓ­a pasado un gran dΓ­a, pero seguΓ­a preocupada por su padre. No entendΓ­a que podΓ­a estar pasando entre Γ©l y la Navidad. Recordaba que hace unos aΓ±os, cuando Kathryn aΓΊn vivΓ­a, pasaban unas navidades increΓ­bles. Pero, este aΓ±o ni siquiera habΓ­an puesto el Γ‘rbol.

Mientras tanto Dave estaba en la cocina, preparando la comida del dΓ­a siguiente, cuando oyΓ³ que la puerta de entrada se abrΓ­a. Un poco desconfiado se encaminΓ³ a ver quΓ© pasaba, y casi se cae de la sorpresa al ver a un muΓ±eco de nieve entrar, quitarse el polvo de encima y decirle: ”Buenas noches, caballero. PerdΓ³neme si le incomoda mi presencia, pero tengo algo muy importante que decirles a usted y a sus hijos”. Tal fue el susto de Dave al oΓ­r hablar a aquel extraΓ±o ser, que tropezΓ³ con uno de los jarrones de su difunta mujer y cayΓ³ al suelo. 

Durante todo esto, Charlotte habΓ­a decidido ir a hablar con su padre y arreglarlo con Γ©l. Cuando llegΓ³ le sorprendiΓ³ la escena de su padre en el suelo y un muΓ±eco de nieve que no paraba de hablar. DespuΓ©s de observar detalladamente ese panorama, comprendiΓ³ que aquel muΓ±eco era Valero… ¡o sea yo!.

Debido a que era urgente lo que les tenΓ­a que decir, no me anduve con rodeos y empecΓ©: ” DebΓ©is salvar la Navidad, asΓ­ que tengo que contaros una historia,  solamente os pido que no me interrumpΓ‘is. Bien, empezarΓ©: Hace mucho, mucho tiempo… bueno, mΓ‘s o menos unos cuatro aΓ±os, los muΓ±ecos de nieve vivΓ­amos en la MontaΓ±a Nevada. Evidentemente solo vivΓ­amos allΓ­ durante el invierno, ya que en las demΓ‘s estaciones desaparecΓ­amos, aunque como nadie nunca pisaba esa montaΓ±a, pues estaba muy alta, no corrΓ­amos el peligro de que nos quitase el hogar. Pero un verano, los yetis, esas grandes y amenazadoras criaturas, la encontraron y decidieron quedarse allΓ­. La verdad es que es de las mejores montaΓ±as que he pisado en mi vida, ¡pero no nos la deberΓ­an haber quitado! Al siguiente invierno los muΓ±ecos de nieve llegamos, y nos encontramos con que unos temibles seres habΓ­an encontrado nuestro hogar. No hay duda de que mi especie es mΓ‘s pequeΓ±a que esos asquerosos yetis, asΓ­ que decidimos ‘darle al coco’, como decΓ­s los humanos, y nos pusimos a pensar en alguna trampa. Por fin dimos con una en la que Gozzo, el rey de los yetis, acabarΓ­a cayendo por un acantilado. Desgraciadamente, como todos los yetis son iguales, confundimos a Gozzo con Jessica, su mujer y esta muriΓ³. Desde entonces los yetis nos odian, asΓ­ que este aΓ±o para vengarse, han secuestrado a los Reyes Magos, ya que saben que nos caen muy bien, y que sin ellos no habrΓ­a Navidad y el espΓ­ritu navideΓ±o desaparecerΓ­a. AsΓ­ que vuestra misiΓ³n es rescatar a Melchor, Gaspar y a Baltasar antes del 25 de diciembre, ya que si no estΓ‘n antes, no tendrΓ‘n listos los regalos de los niΓ±os a tiempo. Para encontrarles tendrΓ©is que superar tres desafΓ­os, cada vez que descifrΓ©is uno aparecerΓ‘ una corona y debΓ©is conseguir las tres para dar con ellos. ¿Entendido?” ConcluΓ­ con una gran sonrisa en el rostro. Ellos me miraron asombrados, ya que habΓ­a soltado todo eso demasiado rΓ‘pido pero aΓΊn asΓ­ me entendieron. -Bueno, pues… ¡En marcha!- dije. De repente, apareciΓ³ una mochila en la espalda de cada uno de ellos, incluΓ­do William. -AhΓ­ dentro tenΓ©is todo lo que necesitarΓ©is-. 

Dave insistiΓ³ en no salir por la noche ya que estaba oscuro, pero yo, tan obstinado como siempre, dije que de eso nada, que cuanto antes mejor. 

Salimos todos juntos, por alguna razΓ³n que desconozco Dave no paraba de temblar, y estaba muy pΓ‘lido… era broma, si que conozco la razΓ³n, tenΓ­a miedo. Si no fuese por mis 279 aΓ±os yo tambiΓ©n hubiera tenido miedo, pero ya soy mayor y tengo muchos conocimientos. Quienes sΓ­ me sorprendieron fueron Charlotte y William, ambos muy seguros de sΓ­ mismos, con una determinaciΓ³n asombrosa. 

Unas horas despuΓ©s de la salida, hacia las 2 de la madrugada, en el bosque, oΓ­mos un ruido. Nos giramos y empezamos a lanzarnos miradas suplicantes. El extraΓ±o ruido volviΓ³ a sonar, esta vez desde unos grandes matorrales llenos de bayas rojas. Apuntamos con la linterna, y vimos unos ojos brillantes. Nos quedamos mirΓ‘ndole y de repente… ¡Zasca! Un gran lobo blanco y negro saltΓ³ hacia nosotros. Todos nos asustamos, y empezamos a correr como si hubiΓ©ramos visto un fantasma. El lobo corrΓ­a mΓ‘s rΓ‘pido que nosotros, y pronto nos alcanzΓ³. De un mordisco le quitΓ³ la mochila a Charlotte, pero tropezΓ³ con una rama y cayΓ³ herido. A Charlotte le encantaban los animales, y sabΓ­a que un animal asΓ­ solo se comporta de esa manera cuando tiene hambre, asΓ­ que abriΓ³ la mochila de Dave y sacΓ³ un zumo, ya que a los lobos les gusta mucho la naranja. DespuΓ©s se fijΓ³ en la herida del lobo, a quien llamΓ³ Wolsh, sacΓ³ un paΓ±uelo de la mochila y le vendΓ³ la pata con sumo cuidado. SΓΊbitamente apareciΓ³ una gran corona de bronce, con una gema roja en el centro. -¡Bien!- exclamΓ³ Charlotte - ¡Hemos superado la primera prueba!-. 

DespuΓ©s de celebrarlo tomΓ‘ndonos una bolsa de patatas que encontramos en la mochila de William, decidimos buscar un sitio en el que pudiΓ©semos dormir. Cuando lo encontramos, me ofrecΓ­ a vigilar mientras los demΓ‘s descansaban, ya que los muΓ±ecos de nieve no dormimos. Hacia las 12 del medio dΓ­a nos despertamos y nos volvimos a poner en marcha, despuΓ©s de desayunar unas galletitas y un zumo, seguimos andando y andando hasta que no pudimos mΓ‘s y paramos a descansar. SΓΊbitamente un elfo parlanchΓ­n apareciΓ³, y empezΓ³ a hablar en verso:


Soy un elfo locuaz e indiscreto,

y os vengo a dar un gran consejo.

Si la corona querΓ©is conseguir,

un acertijo debΓ©is descubrir.


Trata sobre la Navidad, 

Γ©poca del aΓ±o de armonΓ­a y paz, 

Sobre un gran elemento yo os narrarΓ©,

y vosotros lo adivinarΓ©is. 


Al principio vive en el campo, 

es verde y muy, muy alto,

y si lo llevan a casa, 

lo adornan con mucho encanto.


¿Lo habΓ©is adivinado? Esa era muy fΓ‘cil, obviamente era el Γ‘rbol de Navidad. Nosotros ya pensΓ‘bamos que nos iba a dar la corona, pero resulta que aΓΊn quedaban otras dos adivinanzas.

En la ΓΊltima noche del aΓ±o,

disfrutamos sin hacernos ningΓΊn daΓ±o. 

Al compΓ‘s de las campanadas a medianoche, 

comemos una tras una hasta llegar a las doce. 


¿Ya sabΓ©is quΓ© es? Efectivamente las uvas de aΓ±o nuevo. Por ΓΊltimo, el elfo nos dijo:


Caen del cielo, 

y parecen algodΓ³n, 

abrΓ­gate porque causan

una helada sensaciΓ³n. 


¿Lo habΓ©is descifrado? ¡Es la nieve! 

ApareciΓ³ una gran corona plateada, con una gema azul en el medio. Eso era una gran noticia, porque… ¡solo quedaba una corona! 

Aquel extraΓ±o elfo se largΓ³, y nosotros proseguimos nuestra marcha. Tan solo 30 minutos mΓ‘s tarde, apareciΓ³ una hermosa hada, quien puso a prueba nuestra destreza artΓ­stica mandandonos decorar un gran Γ‘rbol de Navidad. Repentinamente aparecieron unas veinte cajas llenas de adornos, bolas navideΓ±as y espumillΓ³n. Estuvimos unas dos horas decorΓ‘ndolo, ya que era enorme. La verdad es que nos quedΓ³ genial y nos lo pasamos estupendamente. ApareciΓ³ la ΓΊltima corona, la de Melchor. Esta era de oro, y en el centro tenΓ­a un diamante azul. 

Nos quedamos esperando, pero no aparecΓ­an los Reyes Magos. De improviso apareciΓ³ una enorme y deslumbrante puerta, por la que pasamos esperando encontrarles allΓ­. Efectivamente les encontramos, pero no como nos lo esperΓ‘bamos, ya que… ¡estaban colgados de unas cadenas, a pocos metros de una gran piscina de lava! Nos distribuimos el trabajo: Dave distraerΓ­a a los yetis que estaban vigilando, y mientras, Charlotte correrΓ­a a salvar a los tres Reyes Magos. Yo me quedarΓ­a con William, al lado de un taxi que habΓ­amos reservado. Realizamos nuestra emboscada como estaba previsto, y lanzamos a los yetis al enorme recipiente de lava. Nos montamos en el taxi, el cual nos llevΓ³ a nuestra casa, y asΓ­ fue como los muΓ±ecos de nieve recuperamos nuestro hogar. Los Reyes Magos llegaron a tiempo a su taller, donde se pusieron a envolver regalos como locos; Dave recuperΓ³ el espΓ­ritu navideΓ±o, y comprΓ³ un gran cochinillo para asarlo en Nochebuena; Charlotte representΓ³ a la Virgen MarΓ­a en la obra del colegio con un viejo pero bonito vestido de su madre, y William se hizo muy amigo mΓ­o, de hecho, ahora somos mejores amigos. 

Es una historia bonita y emocionante, ¿verdad? EnseΓ±a muchos valores, como la importancia de la familia, los amigos… y sobre todo, que no hay que robar montaΓ±as que ya estΓ‘n cogidas, ¿eh? Espero que los pongΓ‘is en prΓ‘ctica y… ¡Feliz Navidad!


Y aquΓ­ llega el final de esta entrada del 25 de diciembre, espero que os haya gustado y... ¡Feliz Navidad!

Recordad que podΓ©is escribirnos al correo: unpocodetodooh@gmail.com

Escrito por Brynn Swan.


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